Septiembre es el mes de la vuelta a la rutina: el retorno al orden cotidiano requiere un esfuerzo de readaptación y planificación. Es importante que en esta época también prestemos atención a la piel para ayudarla a recuperarse de los días de sol y empezar el curso en las mejores condiciones.
Tras el verano, la piel aparece más deshidratada y con el tono menos uniforme debido a la exposición solar, al agua salada y a la intemperie en general. Con la pérdida natural del bronceado pueden aparecer zonas de aspecto apagado. Esto ocurre por el desprendimiento de la capa córnea. Podemos acelerar la recuperación de la piel con una serie de tratamientos que son muy beneficiosos, ya que ayudan a la regeneración de la epidermis, la hidratan y le proporcionan un tono más uniforme. Con ellos recuperaremos la luminosidad, elasticidad y vitalidad de la piel.
Aunque la secuencia del tratamiento se adapta siempre a las características específicas de cada paciente, éste sería un buen esquema para un tratamiento regenerador óptimo:
En primer lugar, se lleva a cabo un peeling con combinaciones de ácidos para retirar la piel dañada por el sol.
La sesión siguiente es de biorevitalización: aplicaciones de ácido hialurónico, vitaminas, aminoácidos, minerales y otras sustancias, según el estado de piel del paciente. La zona tratada es la cara, el cuello y el escote.
En la tercera sesión se hace otro peeling, y en la cuarta se repite la biorevitalización.
El tiempo entre tratamientos oscila entre los 15 y los 21 días, y siempre se ajustan a la edad, la calidad y el estado de la piel del paciente. También se complementan con tratamientos en casa para reforzar los efectos.
La base de los tratamientos de biorevitalización es siempre el ácido hialurónico no reticulado. El resto de los componentes de la infiltración se eligen en relación al tipo de piel y el estado en que se encuentra: quemada por la exposición al sol, fláccida, deshidradada, con rojeces, con manchas, etcétera.
Como la biorevitalización, el peeling también se ajusta a las necesidades de cada paciente, a la edad y al fototipo de piel. La combinación de los ácidos glicólico, salicílico y láctico se complementa con el ácido pirúvico en las pieles más delicadas, y con ácido ferúlico en el caso de las dermis más pigmentadas.
El tratamiento en casa también es personalizado, y se adapta con sueros o cremas con el mismo principio activo del peeling.
Después de estos tratamientos se recomienda limitar la exposición al sol.