¡Mantente Firme!

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¡Mantente Firme! Así se titula el artículo de Ana Castel para la revista Salud Total en la que la Dra Cristina Villanueva, como experta, nos cuenta en que consisten algunas de las técnicas de medicina Estética.

 

¡Mantente Firme!

Aunque parece que estar “fofisano” y “gordibuena” ahora se lleva, a la flacidez no le ha llegado el turno. Ni sucederá, porque, seamos sinceras, a ninguna nos gusta ver el efecto que provoca el descolgamiento en cuerpo y rostro, bien porque nuestros músculos no están tonificados o a consecuencia de la edad.

El hecho es que, inexorablemente, la odiosa flacidez se va instalando y, de repente, un día, la vemos en el espejo, entonces corremos en busca de alguna solución para atajarla. Y haberlas, haylas, hasta casi mágicas; aunque no es lo mismo intervenir sobre pieles que han sido muy expuestas al sol, con signos de flacidez ya muy avanzados o cuando el descolgamiento es resultado de un drástico régimen de pérdida de peso.

Lo habitual es que la piel de sus primeros signos de laxitud a partir de los 30 años,  y las zonas más afectadas son el óvalo del rostro, cuello, párpados y comisuras de los labios. En el cuerpo, la cara interior de brazos y piernas es la más afectada por la pérdida progresiva de tono de la piel.

Los especialistas en medicina estética ofrecen diferentes métodos para paliar la flacidez de la piel del rostro y el cuerpo. Todas ellos encaminados a mejorar la firmeza del tejido cutáneo mediante su retracción o por la estimulación del colágeno y la  elastina de la piel. Entre los tratamientos más innovadores y efectivos para luchar contra este proceso de relajamiento de los tejidos destacan los que a continuación explicamos. Elegir el más indicado es tarea del profesional que aconsejará cuál es el sistema más indicado en cada caso.

DERMAROLLER

Esta terapia de inducción del colágeno consiste en aplicar sobre la piel un rodillo que tiene unas finísimas microagujitas de acero quirúrgico o de titanio. Al pasar sobre la piel forman unos microcanales desde la epidermis a la dermis, de manera que estimula la producción de colágeno y elastina, sustancias que contribuyen a reparar la piel.

Además, estos microcanales favorecen la penetración de productos, generalmente con ácido hialurónico en su formulación. Es un tratamiento muy apropiado para luchar contra el doble mentón y la flacidez del cuello. La mejora es gradual, entre cuatro y ocho semanas.

HILOS TENSORES

Esta técnica antiaging ha ido ganando adeptos con el paso del tiempo. Se trata de un tratamiento no quirúrgico que mejora la flacidez, tanto de zonas del rostro como del cuerpo. En la actualidad son numerosos los médicos estéticos que la realizan. Uno de ellos es la doctora Cristina Villanueva, quien explica en qué consiste esta técnica.

“Es un tratamiento que combina la acción mecánica de unos hilos que tensan la piel, gracias a unos pequeños conos, con un efecto regenerador sobre el colágeno, debido a su composición de acido poliláctico. Estos dos efectos consiguen elevar y dar más definición a los rasgos, produciendo un efecto de liftingnatural inmediato. El ácido poliláctico es completamente reabsorbible y se usa desde hace muchos años en el campo de la medicina estética. Los hilos se introducen mediante unas agujas muy finas con un poco de anestesia local, el procedimiento es rápido y permite reincorporarse rápidamente a la vida normal”.

Los hilos pueden utilizarse para definir la línea mandibular, mejillas, pómulos y cuello. Su efecto es de 12-18 meses de duración y puede combinarse con tratamientos de relleno y con toxina botulínica.

MESOTERAPIA

Al igual que para tratar otros manifestaciones del paso del tiempo en la piel, como las arrugas o pérdida de volumen, la aplicación local de diferentes sustancias mediante microagujas obtiene buenos resultados en la lucha contra la flacidez.  Las más empleadas son ácido hialurónico, vitaminas, minerales y aminoácidos antioxidantes; todas ellas con propiedades hidratantes y tensoras.

Sus resultados son visibles en poco tiempo. Además, son acumulativos y progresivos, de manera que la piel recupera su tonicidad, elasticidad y firmeza de forma muy natural.

Para leer el artículo completo, haz clic aquí

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Ana Castel de Salud Total

 

 

 

 

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