¿Cómo es en el trato personal la Dra. Cristina Villanueva? ¿Qué opinan sus colaboradoras?
En el nuevo número de la revista Barcelona Divina, recién llegado al kiosco nos definen de una manera personal y sincera a la persona que hay en la Dra. Villanueva.
En otras ocasiones hemos leído sobre su profesionalidad, sus formaciones, sus tratamientos, su manera de trabajar… pero hoy la conoceremos desde otro punto de vista.
SER Y ESTAR
Dra Cristina Villanueva
MÉDICO Y CIRUJANA ESTÉTICA
Gusto por los detalles, perfección y belleza
Sabemos que la Dra. Cristina Villanueva, pionera en el uso de los neuromoduladores, es una profesional de altura. Que la combinación de grandes conocimientos de anatomía, mucha experiencia clínica, armonía, equilibrio y un toque artístico muy personal la hacen única como especialista en rejuvenecimiento facial.
Pero, ¿cómo es de cerca Cristina, la Dra. Villanueva? Son sus colaboradoras Susana Albiac, (Auxiliar de enfermera) y Laura Manzanera, (Auxiliar administrativa), que llevan muchos años a su lado y la conocen bien, quienes hoy la definen.
Cristina es una persona entusiasta, aunque cautelosa. Y no toma decisiones hasta haber sospesado bien todos los pros y los contras. Es tenaz; consigue todo lo que se propone. En el proyecto de crear su consulta propia, puso mucha ilusión, invirtió mucho tiempo, se formó y se rodeó de personas que podían ayudarla. Y ahora que nos encaminamos hacia el séptimo aniversario, esa chispa de ilusión que alumbró el proyecto se mantiene viva, empujándola a mejorar día a día.
La Dra. Villanueva es exigente, perfeccionista y muy detallista. Esta preocupación por su entorno y por los demás se plasma en su día a día tanto en el terreno profesional como en el personal. Comprometida hasta el fondo de su corazón, colabora con un orfanato del tercer mundo. Se le ilumina el rostro cuando recibe noticias de Naresh, el niño que apadrina.
A la Dra. Villanueva le gusta estar informada y llevar un control minucioso de todo, si bien otorga espacio personal a sus colaboradoras, para que asumamos nuestras responsabilidades con rigor, pero también con comodidad. Calmada pero sin freno, la curiosidad por aprender y evolucionar la llevan a viajar a menudo para impartir y recibir cursos de formación, dar clases como profesora de másters y asistir a conferencias internacionales.
Lo que más quiere en el mundo es su familia; la adora. Y está orgullosa de sus dos hijos y de sus dos hijas sin excepción. Madre y consejera, comparte las inquietudes de los cuatro jóvenes y los ayuda incondicionalmente. De ahí que un par de veces al año necesite hacer un parón.
Es entonces cuando la encontraremos leyendo tranquilamente en su casita de Menorca a la que acude desde hace más de 25 años. Por unas horas la veremos sentada en silencio mientras revive la Edad Media o la época del Imperio romano en una buena novela histórica, o bien se transforma en una avispada investigadora ante el reto de descubrir quién lo hizo en la mejor novela policíaca. Afortunadamente, Cristina, aunque nació un día 13, no es supersticiosa. Debe ser por ello que la suerte siempre está de su lado.
POR SÍLVIA COPPULO FOTO DE JOAN MASATS
22 BARCELONA DiViNA