Tratamiento global no quirúrgico del envejecimiento facial
El envejecimiento cutáneo es el resultado del paso de los años, junto con la exposición continuada de la piel a la luz ultravioleta. (luz del sol).
Clínicamente este envejecimiento se traduce en la aparición de manchas (léntigos), lesiones ásperas (queratosis), arrugas, dilataciones capilares, cambios en la textura y el color de la piel. También se produce una disminución del volumen de los tejidos blandos, lo que justamente con la pérdida de elasticidad cutánea, produce lo que denominamos flacidez. Los movimientos de nuestra musculatura facial responsable de las expresiones, producen las denominadas arrugas de expresión.
Existen hoy en día un conjunto de tratamientos no quirúrgicos, seguros y eficaces que consiguen paliar o eliminar estos signos de envejecimiento y lo que es más importante conservar los resultados en el tiempo, por lo que podemos decir que retardamos este proceso de envejecimiento cutáneo.
Tratamientos personalizados
Estos tratamientos deben ser personalizados para cada paciente, según el tipo de lesiones que presente y van encaminados a tratar todos los niveles faciales, puesto que en todos ellos encontramos signos de envejecimiento.
Nivel superficial
Piel, lesiones epidérmicas: Tratamientos con láser y peeling
Podemos tratar las lesiones más visibles como arañas vasculares, léntigos y queratosis mediante láser y peeling con ácidos, también con Luz Pulsada Intensa (LPI) y tratamientos dermocosméticos.
Nivel intermedio
Dermis y subcutáneo: láser, IPL, Dermoestimulación, rellenos de tejidos blandos.
Con el paso del tiempo se produce una reducción paulatina del metabolismo celular, así como perdida de agua que hacen que la piel se vuelva más fina y pierda brillo y luminosidad. Los tratamientos de bioestimulación se realizan infiltrando en la piel pequeñas cantidades de sustancias cuya misión es estimular los fibroblastos que son las células responsables de la síntesis de colágeno, ácido Hialurónico y elastina, sustancias fundamentales para el soporte de la piel.
Se realizan infiltrando en la piel con una aguja finísima pequeñas cantidades de ácido Hialurónico, vitaminas, aminoácidos esenciales, minerales y coenzimas, según las necesidades del paciente. Para tratar la pérdida de volumen producida por la edad, disponemos actualmente de sustancias de relleno de última generación, que nos permiten una reposición de volúmenes en labios, surcos nasogenianos, pómulos etc. La reposición de volumen en puntos estratégicos de la anatomía de la cara producen la elevación de estructuras que han descendido con la edad produciendo un verdadero lifting (lifting de 8 puntos).
Nivel Profundo o plano muscular
Tratamientos con Neuromoduladores. Este tratamiento nos permite relajar determinados músculos de la cara, dándonos un aspecto relajado y juvenil, disminuyendo las denominadas arrugas de expresión y contribuyendo a contrarrestar parcialmente el efecto de la gravedad, consiguiendo elevar las cejas y la línea mandibular.
Todos estos tratamientos pueden combinarse entre si para conseguir el mejor resultado. Es importante el diagnostico previo de la paciente y la personalización del tratamiento, también la programación de los tratamientos para que uno no perjudique al otro sino que se complementen y sean sinérgicos en nuestro objetivo de mejorar el envejecimiento facial y conservar los resultados obtenidos en el tiempo.