¿Cómo podemos tener una piel perfecta para el otoño?
Las manchas que aparecen en nuestra piel, sobre todo en la cara, el cuello, el escote y las manos, son síntomas de envejecimiento cutáneo, son muestras de que nuestra piel ya está saturada por la excesiva exposición al sol.
La melanina (pigmentación de la piel) aparece como barrera protectora y es lo que nos da el tono bronceado, pero su exceso en forma de manchas no deja de ser para nosotros una forma más de ver el paso de los años.
Con el IPL (Luz Pulsada Intensa) podemos eliminar o como mínimo mejorar estas manchas que nos afean tanto. El IPL es un tratamiento basado en un espectro de luz de banda ancha que nos permite actuar a diferentes profundidades de la piel sin dañar la capa más superficial, la actuación del especialista a la hora de definir los parámetros específicos para el tratamiento de las lesiones de cada paciente, son la clave para conseguir óptimos resultados.
La luz actúa sobre la mancha destruyéndola y provocando su vaporización sin dañar el tejido que esta alrededor de la lesión. El tratamiento consiste en la realización de tres sesiones con un intervalo de 3-4 semanas entre sesión y sesión.
En cada sesión se realiza una limpieza de la zona a tratar para dejarla limpia de maquillaje y/o cremas y se aplica un gel frío que actúa como conductor de la luz y sirve para enfriar la capa más superficial de la piel, a continuación se realizan diferentes disparos de luz que actúan sobre las lesiones.
En ningún caso hay sensación de dolor, se percibe una sensación de calor intenso que desaparece como máximo a la hora del tratamiento. Se retira el gel de la zona tratada y se aplica gel de aloe vera que ayuda a disminuir esta sensación de calor. Lo que observamos después del tratamiento es que las lesiones pigmentadas han subido de color, se han oscurecido y al cabo de 1 semana/10 días van desapareciendo, en ningún momento hay lesión en la piel, lo que permite maquillarnos y seguir con nuestra actividad social y laboral.
Después de las tres sesiones, solo será necesaria una sesión de mantenimiento al año, siempre y cuando seamos capaces de protegernos del sol utilizando los filtros adecuados 50+.
En cada una de las sesiones se definen los parámetros necesarios para seguir mejorando nuestro aspecto, ya que estas longitudes de onda de luz que emite nuestro IPL además de tratar manchas y lesiones vasculares, estimula nuestras células dérmicas para la producción de más colágeno y elastina, igual que en las plantas por un mecanismo similar la luz estimula la producción de clorofila, a esto es a lo que llamamos fotorejuvenecimiento.
En definitiva ello se traduce en una piel con aspecto más sano, más afinada, con poros más cerrados y tono más uniforme, es decir luminosidad y belleza.