En esta ocasión, me gustaría hablaros del origen de la Medicina Estética y su evolución como disciplina profesional, de la que se ha investigado desde sus orígenes las técnicas necesarias para restaurar y mantener la estética, la belleza y la salud. A día de hoy, la medicina estética se aplica con procedimientos eficaces y lo menos invasivos posibles. Con ella mejoramos el bienestar físico y emocional de las personas.
Este anhelo de belleza se remonta a la Antigüedad. Podemos establecer el origen de la medicina estética en el Antiguo Egipto como la cuna de los primeros «tratamientos» estéticos. Fue la primera civilización que manifestó su preocupación por el cuidado de la piel, reflejándose en manuscritos como el célebre papiro Ebers. En él se describen fórmulas cosméticas y los esbozos de especialidades médicas, como la Oftalmología, la Ginecología y la Cirugía Plástica. Sin embargo, la Medicina Estética, tal y como la conocemos hoy, es bastante reciente y ha experimentado una interesante evolución hasta culminar en los tratamientos como el neuromodulador y el ácido hialurónico.
Origen de la Medicina Estética: Una mirada a la historia.
Durante la primera mitad del siglo XX, una serie de factores favorecieron la formación de un cuerpo doctrinal médico para reunir los conocimientos relativos a la estética y la belleza, iniciándose lo que culminaría en la profesionalización del sector. Esos factores son, entre otros, los siguientes:
- El aumento de la esperanza de vida y el mayor nivel económico y cultural de los ciudadanos conllevaron un aumento de la demanda de tratamientos estéticos.
- Este auge vino ligado a la necesidad de profesionales médicos especialistas en la disciplina de la Medicina Estética. Así los tratamientos serían administrados por médicos cualificados ofreciendo las garantías necesarias en la aplicación de unos procedimientos cada vez más complejos. De hecho, esta cuestión ha seguido avanzando hasta nuestros días. Según una sentencia del Tribunal Supremo, solo los profesionales médicos acreditados podemos aplicar legalmente este tipo de tratamientos, castigando, de esa forma, el intrusismo que tanto perjudica a nuestra profesión.
Por otro lado, los profesionales de la Medicina Estética comenzaron a organizarse a través de la creación de sociedades nacionales. La primera fue la Sociedad Francesa de Medicina Estética, promovida por el Dr. Jean Jacques Legrand, a la que le seguirían otras, como la UIME (Unión Internacional de Sociedades de Medicina Estética).
La UIME agrupa las sociedades nacionales de 32 países, incluyendo la SEME (Sociedad Española de Medicina Estética), fundada en 1984. Los miembros de esta última han sido los encargados de elaborar el Libro blanco de la Medicina Estética. Se trata de un documento, coordinado y redactado por el Dr. Juan Ramón Zaragoza, que constituye un marco de referencia para los profesionales. Este es actualizado periódicamente debido a la continua evolución de nuestra disciplina y sus tratamientos.
Neuromoduladores y ácido hialurónico, dos tratamientos fruto del desarrollo de la disciplina.
El avance de la Medicina Estética ha hecho posible que aparezcan nuevos tratamientos más eficaces y seguros, entre los que destacan:
- Neuromodulador: fue el oftalmólogo Alan Scott quien, a principios de los años 70, descubrió la proteína llamado neuromodulador, que usó para tratar el estrabismo. Poco más tarde, la Dra. Jean Carruthers observó que, al aplicar esta toxina para solucionar la contracción del párpado, también desaparecían las arrugas del entrecejo y las patas de gallo. Con el paso del tiempo, el neuromodulador empezó a utilizarse como tratamiento para corregir arrugas de manera eficaz y segura. Su uso se extendió y se emplea, incluso, en otras especialidades, como en Neurología para las migrañas o en Traumatología para las contracturas.
- Ácido hialurónico: aunque se descubrió en 1934 por Karl Meyer y John Palmer, es a finales del siglo XX cuando se empiezó a utilizar en cosmética y Medicina Estética. El ácido hialurónico destaca por las excelentes propiedades que aporta: aumento de volumen e hidratación de la piel, haciendo que luzca mas radiante. Hoy en día, los tratamientos con ácido hialurónico son muy demandados por sus excelentes resultados antienvejecimiento.
Como veis, la Medicina Estética ha experimentado una evolución a lo largo de la historia que culminó, como no podía ser de otra manera, en la profesionalización del sector. Aún hoy en día sigue evolucionado para que nosotros, los profesionales que amamos esta profesión, podamos ofrecer lo mejor a nuestros pacientes. Esto contribuye, por extensión, a que tengan una mejor salud emocional, y por ende, conseguir bienestar general.