Y el tiempo se detiene.
Queremos tener un aspecto mucho más sano y juvenil. Con una piel suave y tersa. Sin flacidez. Pero, ¿es posible conseguirlo sin cirugía? Ahora, sí. La Dra. Cristina Villanueva lleva a cabo en su consulta la técnica del “lifting sin cirugía” –del doctor brasileño Mauricio di Maio – inyectando ácido hialurónico en ocho puntos clave del rostro. El resultado es espectacular. El tiempo se detiene. Seguimos siendo nosotras mismas, pero nos vemos mucho mejor. Sin intervenciones quirúrgicas, ni necesidad de anestesia. Se trata de un tratamiento superefectivo, que nos va a durar un año entero.
Dra. Villanueva: ¿En qué consiste la técnica de los 8 puntos clave?
Se trata de inyectar pequeñas dosis de ácido hialurónico (que tiene un gran poder de elevación) en unos puntos clave de la cara. Esos ocho puntos se sitúan en la zona preauricular, en la mandíbula, en el pómulo, en la zona malar y el mentón.
Después de realizar un diagnóstico personalizado, podemos decidir cuál es la dosis necesaria para cada persona. El resultado es un verdadero lifting sin que se provoque un exceso de volumen. Nos encanta conseguir la naturalidad, y con esta técnica seguimos siendo nosotras mismas, con un aspecto inmejorable y, casi, casi, habiendo “detenido” el tiempo.
¿Cómo decide en qué zonas del rostro hay que actuar?
Para llevar a cabo el diagnóstico, dividimos la cara en tercios y revisamos a su vez tres parámetros muy importantes:
a) El contorno facial, que cambia con la edad y pasa de estar liso a presentar concavidades y convexidades que antes no existían,
b) Las proporciones del rostro, que también se modifican, de manera que el tercio inferior del rostro adquiere más importancia o volumen y deja de tener una forma triangular a presentar un aspecto cuadrangular.
c) La simetría: tenemos que intentar corregir las asimetrías dentro de lo posible.
¿Y después…?
Una vez hecho el diagnóstico, diseñamos un plan de tratamiento que muchas veces incluye Vistabel (neuromoduladores), pues nos permite la relajación de los músculos periorificiales (músculos de alrededor de los ojos, como el entrecejo y las patas de gallo), y además creamos un nuevo equilibrio entre depresores y elevadores, que nos ayuda a tratar la flacidez; es decir, luchamos contra los efectos de la gravedad.
También abordamos la interconexión entre todos los músculos de la cara mediante el tratamiento del SMAS. El SMAS (Superficial muscular aponeurotic system)es una capa fibromuscular, que cubre e interconecta los músculos de la expresión facial. De esta manera, conseguimos que toda la cara se beneficie del tratamiento.
Luego decidimos cuáles son los puntos clave que tenemos que tratar con ácido hialurónico más indicados en cada persona.
¿Los puntos clave están situados exactamente en el mismo lugar en todas las personas?
No, cada persona es única y no todas las personas necesitan ser tratadas en todos los puntos. Hay que tener experiencia, mucho conocimiento de la anatomía de la cara y un cierto toque artístico ,para localizar dónde vamos a actuar. Decidimos qué zonas queremos elevar más. El resultado es altamente satisfactorio, porque la cara no da la sensación de estar “rellenada”. Los puntos suelen coincidir con ligamentos de la cara, que unen la piel al hueso, y que van perdiendo fuerza con la edad, hasta quedar muy laxos. Si no actuáramos, con el paso del tiempo, los ligamentos permitirían que la gravedad movilizara la grasa y la piel hacia abajo. Además, el hecho de que con los años la cara se adelgace, agrava este efecto de envejecimiento. Ahora podemos darle la vuelta a la situación sin pasar por el quirófano. Por eso lo llamamos lifting facial sin cirugía.
Francamente, Dra. Villanueva, ¿esto es arte, anatomía…? ¿Qué es?
Esto es ciencia. Ahora tenemos una visión global del envejecimiento. Sabemos porqué se produce y podemos decidir dónde y cómo actuar; cuál es la secuencia y qué cantidad de material necesitamos. Y, efectivamente, combinando nuestra experiencia y nuestro conocimiento, buscamos un efecto armónico y artístico, que con naturalidad nos proporcione un aspecto más joven y relajado. Es el lifting de los ocho puntos clave sin cirugía.
¿Es importante el producto?
Saber escoger el producto es fundamental. Inyectamos ácido hialurónico reticulado de alta densidad, que tiene un gran poder de elevación y genera muy poco volumen: es decir, que ofrece la máxima naturalidad en nuestro rostro. Pero seguramente nos preguntamos porqué es tan importante el producto, ¿verdad? Veamos: la densidad de la substancia influye notablemente en el resultado que queremos conseguir. Por ejemplo, si quisiéramos rellenar algo con suero, como es muy líquido, necesitaríamos mucha cantidad de producto; se provocaría mucho más volumen y, en cambio, no elevaríamos la zona. Hay que saber escoger y decidir el producto adecuado para cada zona. Por supuesto también ácido hialurónico de máxima calidad que nos da la máxima seguridad para el paciente.
¿El tratamiento es doloroso?
Por supuesto que no. En general, el ácido hialurónico de alta densidad se inyecta en profundidad, subdérmico; aunque, muchas veces, en función del estado de la piel, es recomendable una corrección intradérmica con un producto más ligero, que complete el resultado. Permíteme que lo recomiende además como tratamiento preventivo. Conseguiremos que no se “descuelguen” ciertas partes de la cara, y es ideal combinar este tratamiento de los ocho puntos clave de ácido hialurónico con otros tratamientos como los neuromoduladores.
Nada de quirófanos, hemos dicho…
Así es. El tratamiento se hace en la consulta, sin anestesia y con unas agujas o cánulas muy finas. El paciente puede reintegrarse a su vida normal inmediatamente. El efecto del tratamiento es muy duradero, de un año entero.
Estamos consiguiendo resultados muy satisfactorios. Por eso recomiendo esta técnica. Porque, actuando sobre los ocho puntos clave, prevenimos la flacidez y conseguimos un efecto lifting muy luminoso.
Sílvia Cóppulo
Periodista
Entrevista a la Dra. Cristina Villanueva – Septiembre 2014
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