Según la doctora Cristina Villanueva, especialista en tratamientos de belleza con neuromoduladores, el procedimiento médico-estético se fundamenta en tres pilares: conocimiento, experiencia y gusto creativo.
Esta profesional en cirugía estética y reparadora nos recuerda que ya hace más de diez años que el neuromodulador desembarcó en nuestro país desde los centros de estética estadounidenses y que, en la actualidad, los neuromoduladores cumplen sus primeros veinte años de uso estético y comercial.
Una conversación con la Dra. Villanueva nos abre la gama de posibilidades que los neuromoduladores ofrecen y que, todavía, sigue siendo desconocido para el gran público. España, nos cuenta, ha acogido millones de tratamientos en estos últimos años, ganando en seguridad y tranquilidad de los pacientes, y permitiendo la formación y la especialización de profesionales del sector.
Principales beneficios de los neuromoduladores
Los neuromoduladores, como todo tratamiento médico-estético, requiere de unas manos hábiles y un conocimiento anatómico pulido; en sus conferencias, la Dra. Villanueva suele explicar a los asistentes que no se trata de saber cómo inyectar la toxina, sino de diagnosticar, tratar y solucionar de una forma global; en otras palabras, se trata de otorgar naturalidad a un rostro y no, simplemente, de disimular las arrugas.
Asimismo, es muy importante optar por centros con productos de alta calidad y personal bien cualificado para prevenir cualquier carga negativa que, erróneamente, todavía se asocia a la práctica debido al intrusismo, la falta de control o el abuso.
Si estamos interesados en un tratamiento de belleza estética debemos saber que es un mercado creciente, donde los hombres buscan esa misma naturalidad juvenil que, en estos casos, debe tener más presente la musculatura facial, y ambos sexos desean prevenir, mantener y conseguir esa vitalidad tanto interior como exterior a través de tratamientos rápidos y, si bien casi indoloros, realizados con muchísimo cuidado y precisión en los pacientes.
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