Llegan los meses más propicios para celebraciones y fiestas sociales donde nos gustará proyectar nuestra mejor imagen. Para ello conviene ponerse en buenas manos, y hacerlo con tiempo porque la Belleza también se planifica.
El éxito de los tratamientos de medicina estética con ácido hialurónico o neuromoduladores también depende de la planificación. Después de un buen diagnóstico y de la elección por parte del médico de los productos que va a aplicar, conviene que el tiempo juegue a nuestro favor. Con la previsión adecuada conseguiremos que los materiales utilizados se adapten mejor y, en definitiva, un rejuvenecimiento armónico, gradual y natural.
Si tenéis la vista puesta en una cita concreta, una boda o cualquier otra celebración especial, conviene tener en cuenta algunas fechas clave, que siempre se adaptarán a vuestras condiciones especificas, según el criterio de vuestra doctora. Conviene tener en cuenta que no siempre será necesario aplicar todos estos tratamientos en la misma persona: es la doctora quien decidirá qué conviene en cada caso, y recomendará su programación más oportuna.
Con dos meses de antelación puede ser conveniente hacer el tratamiento base con ácido hialurónico: se aplicará para aumentar sutilmente el volumen de los labios, corregir arrugas e hidratar la piel.
Con un mes de antelación sería el momento de aplicar el tratamiento con neuromoduladores, que conseguirá una mirada descansada y reducirà el gesto de preocupación. En las pacientes tratadas con ácido hialurónico sería el momento de hacer una revisión.
A dos semanas de la fecha clave es recomendable hacer una revisión a las pacientes tratadas con neuromoduladores.
El momento de la biorevitalización facial puede ser entre 15 y 30 días antes de la fecha señalada.
Y la semana previa al “día D” se puede realizar un peeling para eliminar impurezas y dar a la piel el aspecto más terso y luminoso posible.