Tras 20 años de uso de neuromodulador en estética en Estados Unidos, la percepción del tratamiento con la neuromodulación ha cambiado. Según muchas pacientes, el tratamiento de las arrugas del entrecejo con neuromoduladores mejora el estado de ánimo. Muchas explican cómo se sienten más relajadas y han aumentado su bienestar y felicidad. Incluso lo relacionan con la mejora de sus relaciones laborales y sociales.
Al no poder fruncir el entrecejo, perciben que proyectan un aspecto más positivo, y esto se refleja en su relación con los demás.
Ya en 1872 Charles Darwin sostenía que las emociones negativas, como la angustia, el miedo o la tristeza, estaban frecuentemente asociadas a la hiperactividad de los músculos del entrecejo que producen el ceño fruncido.
Darwin los llamo entonces los músculos de la aflicción y formuló una nueva teoría conocida como la hipótesis de Feedback facial. Esta teoría implica la interacción entre estos músculos y el estado de ánimo.
La toxina está siendo estudiada como un potencial tratamiento de la depresión leve.
En el año 2003 Hackman y colaboradores publicaron datos que sugerían que el tratamiento de la región del entrecejo con neuromoduladores producía un cambio en la expresión facial que tenía un impacto emocional en los pacientes. (1)
Recientemente Erik Fink en su artículo The face of emotion. How neuromodulador afects our moods and relationship (2) (La cara de las emociones, cómo los neuromoduladores puede afectar nuestro estado de ánimo) sugiere que los procedimientos para tratar las arrugas del tercio superior de la cara mejoran el estado de ánimo, así como las relaciones interpersonales.
Su estudio junto con la Dra. Erika Waserman evalúa a 10 personas con depresión leve que han sido tratadas con neuromodulación de las arrugas frontales, 2 meses después del tratamiento, los pacientes referían una sustancial disminución de sus sentimientos de depresión.
Aunque el grupo de estudio es pequeño, es un comienzo esperanzador y debe investigarse más sobre el efecto de la neuromodulación en la depresión leve.
Mi experiencia con los neuromoduladores y el estado emocional de mis pacientes
Personalmente, tras 15 años de experiencia en el tratamiento con neuromoduladores, puedo decir que muchas pacientes tratadas me cuentan que notan una mejora del estado emocional y algunas explican concretamente que creen que al no poder fruncir el entrecejo se enfadan menos y la mayoría expresan su satisfacción y bienestar con el tratamiento.
Hasta hace poco pensábamos que esto era fruto de la mejora en el aspecto físico de la cara: si te ves bien, te sientes bien. Actualmente, estos y otros estudios nos inclinan a pensar en una relación entre la musculatura y el estado de ánimo. Si la felicidad puede hacernos sonreír, y sonreír contribuye a sentirse mejor, es evidente que la musculatura facial no solo expresa sentimientos sino que contribuye a regularlos.
Se requieren más estudios para probar este efecto sobre la depresión leve, pero está claro que borrar expresiones negativas contribuye a que nos sintamos mejor.
Bibliografía
(1) Hackmann M. Teichmann . Pharmacologic denervation of frown muscles enhances baseline expression of hapiness and decreases baseline expression of anger, sadnes and fear. Journal Am Acad Dermatol 2003
(2) Finzi E. Wasserman E. Treatment of depression with botulinumtoxin A.
Dermatologic surger. 2006